La idea de que la realidad no es más que una simulación informática, popularizada por la película Matrix (1999), volvió a cobrar fuerza en los últimos años. En ese sentido, dos científicos dieron nuevos argumentos a favor de esta controvertida teoría.
El físico de la Universidad de Portsmouth Melvin M. Vopson se basó en la Segunda Ley de la Termodinámica para afirmar que el universo es una simulación digital como la que viven los personajes de la saga protagonizada por Keanu Reeves.
La Segunda Ley de la Termodinámica establece que la entropía de un sistema cerrado siempre aumenta y el universo tiende hacia el desorden. Según el científico, esto significa que el universo está en constante proceso de degradación, lo que lo hace poco probable que sea real.
Al imaginar un universo creado por una inteligencia superior, en el que la realidad no es más que un programa informático complejo. Esta simulación, perfecta en sus detalles, permite experimentar la vida, las emociones y las relaciones como si fueran reales.
Así es la simulación según la teoría del segundo científico que apoya esta idea. El filósofo de la Universidad de Oxford Nick Bostrom se basa en el argumento de las probabilidades para defender su postura.
Bostrom señala que si es posible crear simulaciones de universos realistas, entonces es probable que ya existan muchas más simulaciones que universos reales. Esto significa que, estadísticamente hablando, es más probable que vivir en una simulación que en un universo real.
Las teorías de Vopson y Bostrom son recibidas con escepticismo por la comunidad científica. Sin embargo, reavivaron el debate sobre la naturaleza de la realidad y abrieron nuevas líneas de investigación en el campo de la física y la filosofía.
La teoría de la simulación no es nueva. Había sido planteada por otros filósofos y científicos a lo largo de la historia. Sin embargo, los avances tecnológicos de los últimos años hicieron que la idea sea más plausible y haya despertado un mayor interés en ella.