Continúa la temporada de polvo de ladrillo en el circuito masculino de tenis que terminará con el segundo Grand Slam de la temporada en Roland Garros. Y uno de los torneos que tiene mayor tradición en Europa es el ATP 250 de Estoril. Justamente, en un duelo por el pase a las semifinales se produjo una acción que generó confusión entre los fanáticos y en los propios jugadores.
Corría el sexto games del segundo set del encuentro entre el local Nuno Borges y el chileno Cristian Garín cuando el portugués estaba con ventaja en su saque y 3-2 en el marcador. Tras su servicio, la raqueta sudamericana devolvió y la pelota pareció salir en el fondo de la cancha. Casi al mismo tiempo, desde las tribunas se escuchó como un aficionado lanzó un grito de “out” (afuera), marcando el supuesto error del tenista nacido en Chile.
Más allá de ese sonido, Borges le pegó a la pelota y, acto seguido, mostró un cambio en su cuerpo, como deteniéndose por la supuesta salida fuera de las bandas de la pelota. Por su parte, el chileno ejecutó un drive con su derecha que salió afuera. Casi al instante, Garín hizo un gesto hacia el juez de silla y exclamó: “La paró, la paró”, en relación a la actitud de Borges y su intención de detener el juego para el tenista trasandino.
Luego de analizar la situación, el umpire Christian Rask decidió darle el punto a Garín, lo que generó la reacción del jugador local. A partir de ahí, se dio un cruce de opiniones en la silla. “¿Por qué perdí el punto? No es mi culpa”, exclamó Borges, a lo que el juez respondió: “Sé que no lo es. Lo entiendo, pero no puedo repetir el punto. No puedo hacer eso”. ¿Cómo siguió el diálogo? “OK, pero el sonido no es el mismo. Sólo porque alguien dice ‘Ahhhh’ o ‘Ooohh’, no es mi culpa”, repitió el portugués. “Lo entiendo, pero no puedo repetir el punto”, sumó en su explicación el juez, lo que provocó que el tenista local solicitara otra mirada de la acción. “No, no, supervisor”, dijo.
Tras la requisitoria de Borges, ingresó a la cancha el supervisor Carlos Sanches y comenzó un ida y vuelta de opiniones entre los tres protagonistas. Mientras eso ocurría, Garín estaba atento en su costado de la cancha, esperando la resolución. “Él falló el tiro. Continué con el punto. Luego se canceló la decisión, alguien lo anunció”, declaró el tenista local de 27 años.
“Estás diciendo que alguien anuló el tiro anterior en la línea de fondo y luego falló un tiro desviado; esa fue la decisión oficial. Escucha, hay mucha gente haciendo mucho ruido en medio del punto. Esta es la primera vez que dices que esto importa, cuando es un punto de quiebre y yo gané el punto. ¿Entiendes?”, reclamó Borges, a lo que el juez volvió a repetir en la misma línea que la charla previa que tuvieron antes de la llegada del supervisor.
“Desde mi punto de vista, la cuestión es que cuando alguien dice ‘out’, no puedo detener el punto ni repetirlo”, explicó Rask haciendo hincapié al reglamento. “¿Quizás repetimos el punto? No hay manera de que pueda perder este porque hice el tiro y falló”, agregó la raqueta lusa que venía de ganarle al italiano Lorenzo Mussetti.
Tras deliberar, el juez de silla no cambió su decisión y fue amparado por el supervisor, que se acercó a comunicarle la decisión a Borges. Tras escuchar en los parlantes del estadio el “deuce”, el público no paró de abuchear por la definición que perjudicó al jugador local. El partido continuó y Garín se aprovechó, ya que venció a su rival en el tie break del segundo parcial para quedarse con un resultado a favor de 6-2 y 7-6 (3) y avanzar a las semifinales.