Tras su retiro del fútbol, Ariel “Chino” Garcé se pasó al automovilismo y este domingo dio un gran paso en esta nueva faceta al ganar su primera carrera en la categoría Fiat Competizione que corrió en el autódromo de Rosario.
El ex futbolista venía de hacer una buena clasificación en la que había logrado el cuatro lugar en la grilla de partida. Tras remontar varios puestos cruzó la bandera a cuadros como líder y celebró desde el escalón más alto del podio ante los fanáticos.
“Gané, impensado”, dijo Garcé, de 42 años, en un video que grabó para las redes sociales de Fiat Competizione. Y, reconoció: “En la última vuelta estuve súper nervioso, no sabía qué hacer”.
En la previa de la carrera, el Chino había hablado con el diario El Ciudadano de Rosario sobre esta nueva etapa de su vida: “Es algo totalmente diferente, venía hace tiempo queriendo experimentar, me subí hace un par de años y esta categoría me cae bien, me enseñó mucho”.
“El auto a mí me cuadra. Vengo de las motos, me golpeé y me subí a un auto, que es mucho más seguro”, agregó.
Finalmente, sobre sus expectativas en el mundo del automovilismo, fue claro: “Quiero disfrutar, ser competitivo, me gusta estar a la altura. Admiro a los pilotos profesionales y una vez que me subí (a un auto) lo valoré mucho más. Es todo muy rápido y muy finito, es muy complejo para mí. Vengo de otro deporte, vine a divertirme y voy aprendiendo”.
Ariel Garcé nació en Tandil y se formó como futbolista en las inferiores de River, club en el que jugó en primera división entre 2000 y 2005. Luego, pasó por equipos como Morelia de México, Olimpo de Bahía Blanca, Rosario Central, Colón de Santa Fe, Argentinos Juniors y Atlético Rafaela.
En 2010, Diego Maradona era el entrenador de la Selección argentina y, de manera sorpresiva, citó al Chino para el Mundial de Sudáfrica. El lateral derecho fue parte del plantel, pero no jugó ni un minuto en aquel torneo en el que el conjunto nacional quedó eliminado en cuartos de final.