Tres errores que debes evitar al crear tu hogar inteligente

Configurar escenas en un hogar inteligente puede mejorar la vida diaria al hacerla más cómoda, eficiente y segura. Sin embargo, es fundamental evitar ciertos errores comunes para aprovechar al máximo esta tecnología, siendo uno de los puntos claves la correcta configuración y uso de dispositivos compatibles.

Lo primero para configurar correctamente un hogar inteligente es entender que son las escenas, también conocidas como rutinas en la domótica, que permiten agrupar varios dispositivos bajo una sola orden.

Es decir, es posible apagar todas las luces diciendo “Buenas noches” a un asistente de voz. Estas rutinas también pueden aumentar la seguridad del hogar al integrarse con cámaras de videovigilancia.

Su configuración no requiere la llamada de un técnico. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Configurar un hogar inteligente no requiere mucha experticia. Aplicaciones como Google Home, HomeKit de Apple y SmartThings de Samsung facilitan la configuración de estas escenas, que generalmente implica seleccionar dispositivos, definir acciones y asignar comandos de activación.

La interfaz intuitiva de estas aplicaciones hace que cualquier usuario, sin importar su nivel de conocimiento en tecnología, pueda configurar rutinas personalizadas en unos pocos minutos.

Antes de configurar un hogar inteligente con sus respectivas escenas se debe considerar a todos los integrantes de la casa. Una escena que apague todas las luces puede resultar molesta si alguien está leyendo o trabajando. Es crucial tener en cuenta las necesidades y preferencias de todos los miembros de la familia.

Es necesario consultar con todos los miembros que integran el núcleo familiar antes de usarlo. (Imagen Ilustrativa Infobae)

En un hogar donde hay personas que tienen distintos horarios de trabajo o de estudio, se deben programar escenas que no interfieran con sus actividades.

Puede ser útil realizar una encuesta familiar para determinar qué dispositivos se usan, a qué horas y en qué situaciones. Esto ayudará a crear rutinas más integradas y menos intrusivas.

Un error frecuente es olvidar incluir todos los dispositivos necesarios en una escena. Si en la escena de “Buenas noches” no se incluyen todas las luces, algunas pueden quedar encendidas, generando consumo innecesario de energía.

Para evitar esto, es importante hacer un inventario exhaustivo de todos los dispositivos de iluminación y configurar la rutina para que abarque todas las áreas que se desean controlar.

ES importante que todos los dispositivos se conecten al hogar inteligente. (Imagen Ilustrativa Infobae)

También, es recomendable realizar pruebas de las escenas antes de darlas por definitivas. Estas pruebas permitirán identificar cualquier dispositivo que se haya pasado por alto y ajustar la configuración en consecuencia.

Se deben evitar las escenas demasiado complejas que controlan muchos dispositivos simultáneamente. Es preferible comenzar con rutinas simples y aumentar gradualmente su complejidad.

La razón detrás de esto es que las escenas complejas pueden provocar errores de sincronización o incluso fallos del sistema. Si se intenta crear una escena que encienda las luces, baje las persianas, ajuste el termostato y active la alarma al mismo tiempo, el sistema puede enfrentar dificultades para ejecutar todas estas órdenes simultáneamente sin problemas.

Las ordenes no pueden ser complejas de seguir. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Comenzar con una rutina que solo encienda las luces al entrar a una habitación y luego añadir gradualmente más dispositivos puede llevar a una experiencia más fluida y menos frustrante.

Al evitar estos errores y configurar escenas de manera adecuada, se puede disfrutar de un hogar inteligente más cómodo y eficiente. La clave está en experimentar con diferentes combinaciones de dispositivos y acciones hasta lograr rutinas que se adapten al estilo de vida del usuario.

Es una buena práctica revisar periódicamente estas escenas y ajustarlas según cambian las circunstancias o las necesidades de los residentes. Es decir, durante el invierno, una rutina podría incluir encender la calefacción a cierta hora de la mañana, mientras que en verano esa misma rutina podría ajustarse para encender el aire acondicionado.

Asimismo, la seguridad no debe ser pasada por alto. Integrar cámaras de videovigilancia en las escenas podría ofrecer una mayor tranquilidad, especialmente durante las ausencias prolongadas.

Se puede programar una escena “Vacaciones” que incluya encender y apagar luces aleatoriamente para simular presencia, activar las cámaras y enviar alertas al móvil si se detecta movimiento.