El exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, detenido en una violenta irrupción policial en la Embajada de México en Quito para ser trasladado a una cárcel de máxima seguridad, fue hospitalizado tras sufrir una descompensación en el penal donde estaba detenido.
En un comunicado, el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI) informó que Glas “sufrió una descompensación por su negativa a consumir alimentos”. Según afirmó, permanecerá internado unas horas en “observación” en el Hospital Naval.
Poco antes, la emisora Radio Pichincha, que citó fuentes cercanas al movimiento Revolución Ciudadana, al que pertenece Glas, dijo que el político fue trasladado al Hospital Militar, en Guayaquil, debido a una sobredosis de medicamentos en un intento de suicidio.
El comunicado oficial no menciona en ningún momento esa versión.
Tras enterarse del hecho, el expresidente Rafael Correa escribió en su cuenta oficial en la red social X: “Era lo que temía. Los canallas saltarán de alegría. ¡Fuerza, Jorge!”.
La hospitalización de Glas ocurrió en medio de una grave crisis diplomática que llevó a la ruptura con México.
El presidente Daniel Noboa dijo que está en juego el país
En tanto, el presidente Daniel Noboa publicó un mensaje en sus redes sociales, en el que intentó justificar el asalto a la embajada mexicana.
En ese sentido, afirmó: “Hay que entender que nos estamos jugando el país”.
Noboa dijo que está dispuesto a “resolver cualquier diferencia” con México, pero advirtió que “la justicia no se negocia”.
”Al pueblo hermano de México quiero expresarle que siempre estaré dispuesto a resolver cualquier diferencia, pero que la justicia no se negocia, y que jamás protegeremos a criminales que les han hecho daño a los mexicanos”, escribió el mandatario ecuatoriano en un comunicado difundido en su cuenta de X.
El gobernante defendió su decisión de irrumpir el viernes por la noche en la legación mexicana, argumentando que no podía correr “el riesgo de una inminente fuga”.
“No podíamos permitir que se asile a delincuentes sentenciados, involucrados en crímenes muy graves”, expresó Noboa.