El diputado Martín Tetaz publicó en Twitter el video de una vieja publicidad de Quilmes sobre el «Día Osvaldo», la graciosa trama de la creación de un feriado extra por semana para disfrutar con amigos o en familia, en el marco de la discusión sobre la reducción de la jornada laboral en el Congreso. Sin embargo, sus pares del peronismo lo acusaron de impulsar una modificación para eliminar el pago de las horas extra por parte de las empresas.
El debate se dio este martes después de la segunda reunión informativa de la comisión de Legislación Laboral, donde hay 10 expedientes sobre el tema: uno del radicalismo, uno del FIT y ocho de Unión por la Patria. Para la discusión había 23 expositores anotados pero solo concurrieron tres, Juan José Etala en representación de la UIA, el economista Pablo Anino y Eduardo Curutchet por la Facultad de Ciencias Sociales de la UNLP. El encuentro duró menos de 40 minutos.
En la UCR suponen que la próxima vez que los miembros de la comisión se junten podrían dictaminar el proyecto. En las demás bancadas opositoras dudan que el oficialismo permita que el expediente llegue a recinto.
Tetaz había posteado el pasado 15 de mayo en sus redes que «hace 20 años Quilmes hizo una publicidad icónica» y que había presentado un proyecto para hacerlo realidad si las empresas y los trabajadores optaban por «Jornadas Laborales Alternativas, con menos días o menos horas». Desde un despacho kirchnerista contestaron que, en realidad, el legislador platense «no plantea la reducción de la cantidad de horas semanales sino que las agrupa en base a lo que más le rinde al empleador».
También deslizaron que lo que pretende es «un banco de horas», una cantidad determinada de tiempo que debe dedicarle a sus tareas distribuyendo su cumplimiento como acuerden el empleado y su patronal. «Les conviene más a las empresas que a los obreros porque, si un día no hay mucho trabajo, el empleado se va antes a su casa pero, si otro día hubiera mucha demanda en su sector, trabaja todo lo que se necesite sin que se paguen horas extra, por ejemplo», argumentan.
Cerca del impulsor de la iniciativa intentaron negar ese enunciado. «Los proyectos peronistas son para reducir de prepo la jornada laboral y el esquema nuestro es el resultado de un proceso de exploración en el que se pongan de acuerdo ambas partes», dijeron a LPO, y agregaron: «en nuestro proyecto proponemos la reversibilidad luego de un período de prueba por tres a seis meses y, si cae la productividad, se vuelve al esquema anterior».
Sobre ese aspecto, el propio Anino sostuvo que la reducción de la jornada sería con reparto de horas: «si se redujera la jornada laboral en las 12.000 empresas principales del país, se podrían generar un millón de nuevos puestos de trabajo en una situación de crisis económica que aumenta la desocupación», explicó.
Como sea, el texto del expediente de Tetaz parece bastante claro. «La Jornada Laboral Alternativa tendrá una duración máxima de cuarenta y ocho (48) horas semanales, las que cada sector en función de las características de la actividad definirá cómo distribuirlas», establece.
Hasta donde supo LPO, el peronismo había unificado sus proyectos al cierre de esta nota. Entre los ocho de su autoría, se contaban el de Hugo Yasky, que promovía la reducción a 40 horas semanales, y el de Sergio Palazzo, que las dejaba en 36. En la actualidad, las leyes laborales estipulan como máximo 48 horas semanales, igual que el proyecto de Tetaz.
En Twitter el economista radical divulga su expediente aclarando precisamente que su no habría avances en los derechos de los trabajadores sino una defensa de la productividad. «No se trata de que la gente trabaje menos, sino de que trabajen mejor, aumentando la productividad de la economía; no son mayores costos para los empresarios ni desventajas para los trabajadores porque solo se implementa si hay común acuerdo de las partes; una de las reconfiguraciones posibles de jornada laboral (entre tantas) es juntar las horas en menos días y tener una semana de tres feriados», tuiteó este martes.
