Alfonso Weber, un hombre de 53 años, perdió la vida en un fatídico accidente de tránsito en la provincia de Corrientes. Oriundo de Hurlingham, viajaba rumbo a Brasil para reencontrarse con su familia y se mató a bordo de su vehículo.
Como su mujer Irene y sus dos hijos están radicados en Foz de Iguazú, Weber decidió conducir su Peugeot 2008 con el propósito de verlos luego de que su hija de ocho años le manifestara que lo extrañaban mucho.
El choque frontal en el que murió Weber se dio en la ruta nacional 14, precisamente en el kilómetro 663, en una zona conocida como Cuay Grande, localidad cercana a Santo Tomé. Allí, el conductor decidió cruzarse de carril sin saber que de frente encontraría a un camión Scania, con el que impactó de frente.
Su esposa reveló que ella y sus hijos se habían instalado en Brasil con el objetivo de abrir un food truck junto a él, que trabajaba como mozo en el restaurante Haedo Plaza. “Era una de las personas más bonitas del mundo, amigo, compañero, honesto, porque siempre era de entregarse a su trabajo”, contó Irene.
“Él solo descansaba 40 minutos para refrescarse y comer. Siempre en las vacaciones hacíamos el mismo viaje. Parábamos en Chajarí (Entre Ríos), en Cuatro Bocas (Corrientes), en las estaciones de servicio en la ruta”, dijo la esposa de Weber a Clarín.
Weber vivía en Hurlingham pero había nacido en la localidad de 25 de Mayo, en Misiones. La mujer contó que se había instalado en Foz de Iguazú hace dos meses y que la idea era que él pronto se fuese a vivir allí. “Queríamos probar suerte en Brasil y no salió como esperábamos”, dijo.
La Policía de Corrientes sostuvo que las condiciones climáticas eran favorables para el manejo. Los investigadores, por su parte, plantearon la posibilidad de que Weber se haya quedado dormido o con la especulación de haber evitado un pozo en la ruta y que, al realizar la maniobra, se haya encontrado con el camión de manera imprevista.
Weber, repostero de profesión, también tenía una hija de 29 años de una relación anterior. “Mi gorda no estaba bien porque lo extrañaba mucho y decidí volver (a Hurlingham). Y por eso nos iba a buscar. Probé de venir antes por los colegios. Ahora estábamos contentos de volver, no era lo mismo hablar por teléfono todos los días”, indicó Irene.
En las últimas horas, la Justicia le entregó el cuerpo de su marido, al que cremó y lo despidió con la mamá de la víctima y los hermanos en 25 de Mayo. “Ahora vuelve a su casa”, completó su esposa.