El día después de la histórica marcha universitaria, el kirchnerismo no logró apoyos de «la oposición dialoguista» y fracasó en su intento de debatir una mejora en el presupuesto de las universidades.
El bloque de Unión por la Patria apenas logró el respaldo del Frente de Izquierda, de una parte del radicalismo, diputados sueltos del bloque Hacemos Coalición Federal y los dos legisladores que responden al santacruceño Claudio Vidal.
Quienes tenían la llave del quórum eran los jefes del bloque radical, Rodrigo de Loredo, y de HCF, Miguel Pichetto. Ambos habían respaldado el reclamo universitario por redes y el cordobés incluso participó en una marcha en su provincia, donde terminó siendo insultado por su alineamiento con Milei.
Tampoco aportaron los integrantes del bloque Innovación Federal, integrado por legisladores que responden a los gobernadores de Salta, Misiones y Río Negro, ni los tucumanos que responden a Jaldo.
Los diputados que se sentaron en sus bancas para sesionar fueron los 99 de Unión por la Patria, cinco de la izquierda, dos del bloque Por Santa Cruz, cuatro de HCF y catorce del radicalismo.
Entre los radicales que se sentaron estuvieron el grupo que lidera Facundo Manes, integrado también por Manuel Aguirre, Fernando Carbajal, Marcela Coli, Pedro Galimberti, Natalia Sarapura, Jorge Rizzotti y Pablo Juliano. También los que responden a Lousteau: Danya Tavela, Marcela Antola, Mariela Coletta, Carla Carrizo y Melina Giorgi. Se sumó el bonaerense Favio Quetglas, que reporta a Maxi Abad. Una vez caído el quórum se sentó la cordobesa Gabriela Brouwer de Koning, de Evolución.
Del bloque pichettista se sentaron los socialistas Mónica Fein y Esteban Paulón, y los cordobeses Natalia de la Sota y Eduardo Brugge, que se mueven con independencia del gobernador Martín Llaryora. Con el quórum caído se sumó el lilito Maxi Ferraro, lo que sorprendió porque sus compañeros de la Coalición Cívica no aparecieron.