Dos días antes de la marcha multitudinaria y en medio de la crisis con las universidades, Sandra Pettovello vacacionó en Villa La Angostura acompañada por dos guardaespaldas.
La ministra paseó por la idílica ciudad patagónica el sábado y el domingo e incluso se dedicó a hacer compras por el centro de La Angostura.
Regresó a Buenos Aires el domingo por la noche por un vuelo de línea que salió desde Bariloche para aprovechar el fin de semana.
A pesar de que su cartera no tiene ninguna relación con el sector energético, la ministra de Capital Humano visitó Vaca Muerta el pasado jueves, mientras se terminaba de cocinar la mayor movilización de los últimos años.
Tras pasar por las instalaciones de YPF en Loma Campana, Pettovello se reunió con el gobernador neuquino Rolando Figueroa. En medio del ajuste presupuestario, el mandatario aprovechó para reclamarle recursos para la Universidad del Comahue.
«La ministra tenía especial interés en conocer algunas cuestiones importantes de la sociedad neuquina y quería conocer Vaca Muerta», explicó Figueroa tras la visita.
El jueves por la noche, horas después del encuentro, desde Capital Humano comunicaron una «propuesta consensuada con el Consejo Interuniversitario» donde aseguraban haber aumentado un 70% los recursos de las universidades.
Lejos de calmar las aguas, el comunicado de Pettovello irritó a los rectores que salieron a desmentir la información oficial media hora después de publicada.
Según pudo saber LPO, Pettovello tiene muy buena relación con Figueroa y con algunos de sus ministros. De hecho, el jueves, participó de la reunión del gabinete neuquino.
Su estadía en la Patagonia en medio de la crisis con las universidades, confirma que Pettovello no hizo demasiado por evitar una marcha que pegó en la línea de flotación del gobierno.
La ministra buscó responsabilizar a Luis Caputto por la falta de fondos para cerrar un acuerdo que bajara la tensión.
No es el único frente que tiene abierto Pettovello: como publicó LPO, la ministra sospecha que Nicolás Posse la espía. El ministro es otro de los apuntados por la interna libertaria por no haber hecho demasiado para impedir una marcha que, se sabía, iba a ser masiva. Para colmo, la gestión de Alejandro Álvarez al frente de la Subsecretaría de Políticas Universitarias no fue de gran ayuda para calmar a los rectores.