La personalidad volcánica de Javier Milei constituye acaso su principal rasgo distintivo. De hecho -junto con su pelo arrevesado-, era un gran atractivo para los programas televisivos de debate. Rápidamente, parecía ganado por la ira cuando alguien osaba rebatir sus argumentos, ni ahorraba descalificaciones hacia aquellas personalidades que no pensaban como él.
Ni el propio Papa Francisco se salvó de sus diatribas hasta que en la campaña presidencial comenzó a recular y a pedirle disculpas. Y, sorpresivamente, terminó abrazando al pontífice durante la visita que le realizó como presidente.
Acaso la buena sintonía con el Papa -que le concedió más de una hora de reunión, un tiempo inusual para una visita oficial de un jefe de Estado como la que le realizó Milei- llevaron a pensar al presidente y a sus colaboradores más cercanos que no había que andar con tantos pruritos en la relación con la Iglesia.
Porque tras la revelación del mandatario de que no presentaría su último libro en la Feria del Libro porque considera que en ese ámbito “hay un nivel de hostilidad” a su persona, el gobierno anunció que se hará en el Luna Park antes de avisarles a quienes lo gestionan.
Ocurre que desde 2013 el mítico espacio porteño -que en sus inicios era principalmente un estadio de box, pero luego se abrió a otros deportes, a espectáculos y todo tipo de eventos- está en manos del arzobispado de Buenos Aires -cuya cabeza era hasta convertirse en Papa Jorge Bergoglio-, y la congregación salesiana. Es que la dueña del 95%, Ernestina Devecchi de Lecture, les cedió su parte. El restante 5% había quedado para las hermanas y sobrinos de Tito Lecture -la cara pública de los propietarios-, parte que la Iglesia terminó adquiriendo.
En el Luna Park no solo hubo sorpresa por el anuncio del gobierno sin haberse contactado con los responsables del predio, sino porque la Casa Rosada también consignó el día y la hora en el que se hará la presentación. ¿Y cómo se animó a tanto? La explicación que parece más plausible es que los colaboradores del presidente se fijaron en el calendario de actividades del estadio y se percataron que en torno a los días que estaban buscando aparecía libre la tarde del 22 de este mes. ¿Y si se estaba planeando algo o se cerraba por algún motivo?
Por otra parte, más allá de que -como en toda contratación- debe acordarse el costo del alquiler del predio y cómo deberá estar acondicionado, la presencia de un presidente de la Nación requiere de la previsión de ciertas medidas de seguridad con la consiguiente mesura. Porque en la noche de las elecciones legislativas de 2021, La Libertad Avanza tenía su búnker, precisamente, en el Luna Park, y cuando hablaba Victoria Villarruel, un hombre quiso subir al escenario, lo que provocó que un custodio amagara con sacar su arma: terminó despedido.
Más allá de que el Luna Park siempre estuvo abierto a todas las expresiones partidarias, sus responsables no se muestran muy contentos cuando el estadio es contratado por agrupaciones o figuras políticas. Aunque no sería el caso de la presentación de un libro de un presidente de la Nación -más allá de que se acuerde quienes accederán-, existe el temor de que pueda haber desórdenes y dañarse sus instalaciones. Además, no faltan candidatos que quieren abonar en negro, como uno de ellos en la última elección, rechazándoseles la modalidad.
Con 92 años de funcionamiento, el Luna Park está atravesado por numerosos acontecimientos de todo tipo que hicieron historia. Aparte de que deslumbraron boxeadores como José María Gatica, Oscar Bonavena, Nicolino Locche y Carlos Monzón, allí fue velado Carlos Gardel, se realizó el acto nazi más grande fuera de Alemania y se conocieron Juan Perón y Eva Duarte durante un evento para recaudar fondos por el terremoto en San Juan. En 1950 fue la sede del primer campeonato mundial de básquet.
Más acá en el tiempo, en 1975, se realizó el recital Adiós Sui Generis de despedida del dúo conformado por Nito Mestre y Charly García, en 1981 realizó dos actuaciones Frank Sinatra y en 1987 el Papa Juan Pablo II mantuvo un encuentro con los empresarios. Dos años después realizó allí su fiesta de casamiento Diego Maradona. El Circo de Moscú y Holiday On Ice fueron espectáculos característicos del Luna Park, en tanto que Ricardo Arjona rompió allí récords con 36 recitales.
Desde 2007 el Luna Park es Monumento Histórico Nacional, lo que implica que no puede ser modificada su fachada y su estructura. No obstante, el paso de los años determinó que exija una gran inversión para restaurarlo y equiparlo conforme a los avances tecnológicos. Ello llevó a la Iglesia a licitar la concesión del predio cuyos nuevos gerenciadores deberán asumir las obras necesarias, un proceso que concluirá con el anuncio de quien resultó elegido el primero de julio.
Mientras tanto, eventos como The Messi Experiencia o presentaciones a dúo de Abel Pintos y Luciano Pereyra, ocuparán el Luna Park hasta fin de año. Y si, finalmente, viene este año Francisco al país, quizá podría encabezar algún encuentro allí como el papa polaco. Por el momento, lo más notorio será la presencia de Milei presentando su libro.
Una presentación en el predio de la Iglesia promocionada con un afiche en el que se lo ve al presidente con guantes de box en posición de combate. Todo lo contrario al espíritu dialogante que anhela Francisco para la política argentina.