José Ignacio Florentín, Braian Cufré, Abiel Osorio y Sebastián Sosa, los cuatro futbolistas de Vélez acusados abusar sexualmente de una periodista deportiva, declararon ante la Justicia y brindaron detalles sobre el encuentro en la habitación 407 del Hotel Hilton.
De acuerdo al relato del arquero uruguayo Sebastián Sosa (37), todo comenzó una vez que finalizó el encuentro con Atlético Tucumán. Cuando la joven periodista deportiva entró a la habitación 407, se encontró con los cuatro futbolistas y preparó unos tragos: “Yo estaba en otra onda, en otro ambiente. Era el que ponía la música, mientras tanto me hablaba con mi señora que estaba en un cumpleaños, entonces era un ida y vuelta de mensajes con ella. No estaba prestando atención a lo que ellos conversaban, aunque participaba de alguna que otra charla. Así estuvimos una hora y media”.
Al igual que sus otros tres compañeros, dijo ante la Justicia que todo comenzó a salirse de control cuando la denunciante salió de la ducha. “Ella me pide para bañarse a lo que yo le digo que no había ningún problema, porque no veía nada extraño en esa situación”, agregó, y siguió: “Cuando sale estaba en corpiño. En ningún momento la vi incómoda, es por eso que yo le digo por mensaje que siempre la vi bien”.
“Estaba con sueño y tenía ganas de dormir, me sentía con pocas energías, y al rato me dormí. Recuerdo despertarme después cuando escucho conversaciones, volteo a mirar y no había nadie. Seguí durmiendo hasta que ella vino y alumbró buscando su ropa”, agregó el exarquero de Boca.
Minutos después de que la chica se fue del Hilton, mantuvieron una charla por WhatsApp. “Me quedé despierto y empecé una conversación con ella, por me decía que le pregunte al paraguayo si había usado preservativo. Es más, me quedé preocupado hasta que le pregunté si había llegado bien a su casa, y luego puse la alarma para dormir porque teníamos dos horas nomás para hacerlo antes de salir”.
“Toda esta situación me descoloca porque yo no esperaba vivir esto, no me parece tener que estar viviendo esto solo por hacerle una invitación a una persona a que venga a tomar algo, me parece que es demasiado lo que está viviendo uno solo por invitar a alguien a tomar, por una simple invitación con un mensaje. Nunca intenté engañarla, nunca le dije que la llamaba para una entrevista, nunca intenté presionarla, están clarísimas las conversaciones en los chats”, recalcó.