Una mamá chimpancé perdió su bebé recién nacido y, como un proceso de duelo, lleva el cadáver en brazos desde hace meses, confirmaron los encargados del zoológico Biopar de Valencia, España.
Natalia, una chimpancé de 21 años, dio a luz en febrero, pero la cría se descompensó y murió dos semanas después. Sin embargo, la madre no se separó de su hijo desde entonces.
Como informó el diario La Vanguardia, el cadáver está en avanzado estado de descomposición, pero los técnicos del zoológico le permitieron a Natalia que cumpla su duelo y que ella decida cuándo separarse de él.
“Se trata de una especie donde los vínculos sociales y la cohesión del grupo son fundamentales, por lo que todos los miembros se ven afectados por estos tristes acontecimientos. Necesitan un periodo de duelo y poco a poco asumen la realidad y la pérdida, aunque la madre puede todavía precisar un tiempo para, incluso, desprenderse del inerte cuerpo” señaló la dirección del centro en un comunicado difundido por el diario español.
El video que publicó Biparc y se viralizó en las redes muestra cómo la madre sigue con todas las actividades de su rutina diaria, pero sin soltar a la cría muerta. Según explican los especialistas del zoológico, esto es algo común en la especie.
“La mortalidad en esta especie es muy elevada. De hecho, Natalia perdió a otra cría en 2018″, explicó Loles Carbonell, la directora técnica de animales de Bioparc Valencia. Asimismo, señaló que las probabilidades de muerte son mayores en crías de corta edad.
Carbonell aseguró que el equipo hizo “un seguimiento muy intensivo del amamantamiento de la cría”, pero se descompensó y a pesar del esfuerzo por estabilizarla, murió un día después de quedar en estado crítico.
Por su parte, Miguel Casares, jefe de animales Biparc Valencia, aclaró a los medios: “Las madres, muchas veces, llevan la cría muerta mucho tiempo, sobre todo si ha muerto con pocos días de vida, que es lo que nos ha sucedido a nosotros. Es parte de su fase de duelo, tienen que acostumbrarse a que han perdido la cría y tardan en procesarlo”.
Casares aseguró que los cuidadores no pueden intervenir porque es un proceso común: “Es algo que está escrito en la naturaleza en grupos de grandes primates, es parte del comportamiento natural de ellos”.