Tras un escandaloso recambio de autoridades en la asamblea partidaria, Mauricio Macri logró quedarse con el control total del PRO y apuró el rechazo a la fusión con La Libertad Avanza que promueve Patricia Bullrich.
El ex presidente buscó dejar más que claro que la toma del control del partido amarillo es una maniobra para evitar la fusión con la fuerza de los hermanos Milei, como adelantó LPO semanas atrás.
La asamblea del PRO es el órgano encargado de decidir la política de alianzas partidarias y por eso Macri incumplió el acuerdo para que Bullrich asuma la presidencia. En su lugar promovió a Martín Yeza, lo que provocó el escándalo de esta mañana en el hotel Abasto.
Tras la retirada de los asambleístas de Bullrich y la elección de Yeza, el macrismo dio un paso más en su jugada e incluyó en el orden del día una moción para establecer que «el PRO no se fusionará con La Libertad Avanza».
La decisión fue comunicada luego por el partido con una inusual claridad y sin eufemismos, lo que deja en evidencia la intención de Macri de marcar una división con Milei y Bullrich. Sólo deja la puerta abierta a hacer «alianzas electorales».
Fuentes que participaron de la asamblea dijeron a LPO que los larretistas no votaron en la moción, pero tampoco se levantaron y se fueron lo que hubiera dejado al macrismo sin quórum.