El presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala, y el jefe de la bancada libertaria, Ezequiel Atauche, resolvieron un cuarto intermedio sin fecha precisa para la reanudación del debate sobre la ley ómnibus y el paquete fiscal en el plenario de comisiones del a Cámara Alta. Aunque ambos legisladores aseguraban este miércoles por la mañana que pretendían cerrar la jornada con la firma de ambos dictámenes, se fueron del Salón de las Provincias con las manos vacías.
En los pasillos del Congreso, apuntaban los nombres de los indecisos antes que el oficialismo fracasara en la búsqueda del dictamen: el entrerriano Edgardo Kueider, la neuquina Lucila Crexell y la larretista Guadalupe Tagliaferri. Pero también advertían que el santacruceño José María Carambia negociaba modificaciones aunque no confirmaba su predisposición a rubricar el expediente, mientras que a Martín Lousteau se le adjudicaba la autoría de un dictamen alternativo al de los libertarios.
Minutos antes de las 16:30, Abdala se rindió al frente del plenario de las comisiones de Legislación General, Asuntos Constitucionales y Presupuesto. «Es necesario que se analicen cada una de las propuestas» de los senadores que reclaman cambios y que habrían registrado los taquígrafos, intentó explicar como argumento a su llamado a «un cuarto intermedio sin fecha».
Azorados o morbosos con la frustración del gobierno, los senadores convirtieron su murmullo en bullicio y el puntano respondía como podía a las inquietudes de una oposición alborotada. «Va a ser pronto», llegó a decirle a un legislador que le preguntaba cuándo convocaría nuevamente al plenario.
Visiblemente nervioso a pesar de que en el bloque de LLA le habían adelantado a LPO que Abdala estaba «coucheado» para defender el proyecto, sostuvo que mientras se extienda el cuarto intermedio su objetivo sería «ir preparando un dictamen de acuerdo para que se circularice (SIC) el dictamen para poder aprobarlo».
El desconcierto exasperó al fueguino Pablo Blanco. «Uno realmente tiene que programar. ¿El cuarto intermedio es hasta mañana, hasta la semana que viene, hasta junio, antes del 9 de julio?», cuestionó, e ironizó: «Les queda el 17 de agosto también».
José Mayans y Juliana di Tullio reían pero Blanco continuó, aclarando que no entraría en consideraciones políticas sobre los que hoy se horrorizan de las facultades delegadas pero antes las reclamaban. «¿Van a hacer un dictamen con las opiniones de cada uno de los senadores? Porque hasta ahora uno escucha que anda dando vueltas un dictamen y todo el mundo me pregunta ‘¿Recibiste el dictamen?’ pero yo no recibí nada», expuso.
Incómodo, Abdala contestó: «Creo y entiendo que mañana va a estar el borrador». «Cuando estemos en condiciones de consensuar, nos reuniremos, lo más probable es que sea martes de la semana próxima», aclaró, y agregó: «por mí, que sea mañana mismo pero lo veo realmente difícil por todo lo que se ha hablado».
Para colmo, hasta el libertario Juan Carlos Pagotto, senador por la provincia de La Rioja, pidió modificaciones a la ley Bases. «Yo tengo varias modificaciones que proponer», expresó cuando ya estaba cayéndose la reunión, y detalló que quiere corregir una palabra del texto del artículo 219 y una reforma integral del artículo 220.
Luego de la intervención de Pagotto, Abdala levantó el plenario. Como debía continuar la agenda parlamentaria con la comisión de Presupuesto para tratar paquete fiscal, tomó la palabra Atauche, pero indiscutiblemente molesto, también abortó la reunión y llamó a un cuarto intermedio sin plazo. «Vamos a continuar con la reunión de Presupuesto y, por estas tardanzas, vamos a pedir un cuarto intermedio sin fecha y hora», precisó, y se fue. Eran las 16:28.
Aunque faltaban más de tres horas para el recital de Javier Milei, fuentes del oficialismo confirmaron que los senadores asistirían al show del Presidente en el Luna Park. No obstante, admitían que el cuarto intermedio fue la herramienta elegida cuando se dieron cuenta que tampoco esta semana tendrían las firmas de los aliados para llevar los despachos al recinto.
En el peronismo, explican el fracaso del gobierno porque «no tienen las firmas, no aceptaron cambios y no presentaron un borrador de texto nuevo». «Los cambios fueron propuestos en la reunión del lunes con Victoria Villarruel pero quienes los propusieron todavía no tienen respuesta», interpretaron.
El desgaste es tan alto que el grupo que trabajaba en las modificaciones no compromete su firma. Por caso, Kueider propuso «eliminar la palabra ‘disolución total o parcial'» en los artículos referidos a la Reforma del Estado. «Eliminando esa palabra no tenemos necesidad de hacer listas de excepciones y, si no prospera esa propuesta, la idea es que se agreguen a la lista de excepciones al INTI y el Banco Nacional de Datos Genéticos», sugirió.
Asimismo, se manifestó contra las privatizaciones, el RIGI y el ajuste sobre los haberes previsionales.
Al cierre de esta nota, la incógnita sobre el efecto arrastre que podría producir un dictamen alternativo de Lousteau le borraba la sonrisa de la cara a un puñado de senadores peronistas al tanto de la jugada.