Este martes, el corazón del microcentro de Rosario amaneció con cartelitos escritos a mano pegado en las paredes con distintas amenazas dirigidas al gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, y al intendente de Rosario, Pablo Javkin.
En las esquinas más transitadas de la peatonal Córdoba, en el centro financiero de la ciudad, las intimidaciones señalaban de «narcoprogresistas» a las autoridades locales y en medio de una escalada de violencia con cuatro inocentes acribillados por las bandas en una clara declaración de guerra contra el Estado.
«Háganse los turros que van a ver plomo», decía uno de los mensajes. «Tremendo vendehumos con la mafia no se jode o llueve plomo», decía otro. Lo curioso es que las esquinas elegidas cuentan con videovigilancia pública y privada que pareciera, no fue un obstáculo para pegar las amenazas.
Según fuentes municipales, las grabaciones fueron relevadas por fiscalía que investiga el apriete y no descartan que provengan de personas ajenas a las bandas que busquen generar zozobra aprovechando el contexto.
Además, se cumplió una semana del anuncio del megaoperativo de saturación policial con fuerzas provinciales y federales, móviles prestados de Provincia de Buenos Aires y este martes, Luis Petri encabezará un acto para oficializar la incorporación de tres helicópteros de las Fuerzas Armadas de apoyo logístico para el traslado de los agentes federales.
Lo cierto es que como anticipó LPO, el plan de saturación anunciado por Pullaro y Patricia Bullrich, con el refuerzo de 450 efectivos federales desplegados en el territorio, finalmente se limitó al patrullaje de tres barrios calientes por la proliferación de bandas narco mientras que el resto de la ciudad seguirá controlada por la policía provincial.
Por otro lado, el Ministerio de Seguridad de Santa Fe informó que se secuestró un celular en la Unidad Penitenciaria Nº 6 de Rosario desde donde se habían realizado amenazas al 911 contra escuelas, bancos y medios de comunicación. El teléfono estaba en posición de los internos desde donde hicieron las llamadas intimidatorias.