Con la llegada del frío, empezamos a tomar recaudos en cuanto a nuestra vestimenta para no sufrir las bajas temperaturas y enfermarnos, pero también debemos prestarle atención a la alimentación, ya que, por ejemplo, hay una vitamina que puede ayudar a fortalecer nuestro sistema inmune.
Se trata de la vitamina C, conocida como ácido ascórbico. Es un nutriente hidrosoluble que se encuentra en ciertos alimentos y que en el cuerpo actúa como antioxidante al ayudar a proteger las células contra los daños causados por los radicales libres. Esta vitamina contribuye al proceso de producción de energía del organismo, lo cual puede provocar efectos positivos en el rendimiento físico y mental de las personas, dejando a un lado la fatiga y el cansancio.
La vitamina C forma parte de los nutrientes esenciales que debemos asimilar con una dieta saludable ya que ayuda al mantenimiento de las defensas, clave a la hora de luchar contra las infecciones y otras patologías, señaló el doctor español Vicente Mera, responsable de Medicina Interna y Antienvejecimiento en SHA Wellness Clinic.
Beneficios de la vitamina C
Uno de los principales beneficios de la vitamina C es el refuerzo del sistema inmune. En concreto, según dijo Mera, se le reconoció un poder ante infecciones agudas y resfriados comunes. “Entre otras cosas, estimula las funciones de los leucocitos -o defensas- y regula la respuesta inmunitaria a través de sus propiedades antivirales y antioxidantes”, indicó.
De hecho, el experto subraya que, desde finales del siglo XX, existe evidencia científica de que las megadosis de vitamina C (por vía intravenosa) “acortan hasta un 85% la duración de los síntomas del resfriado común” y, además, alivian la intensidad de los mismos, especialmente en personas que practican ejercicio intenso o que viven en entornos superpoblados.
El especialista destacó que este micronutriente es un donador de electrones, lo que contribuye a la prevención del daño oxidativo, es decir, que nos encontramos, ante un gran antioxidante, fundamental para prevenir enfermedades como la diabetes de tipo 2 o la ateroesclerosis (endurecimiento y engrosamiento de arterias de mediano y gran calibre).
Por último, Mera manifestó que el cuerpo necesita de esta vitamina para muchas otras funciones fisiológicas normales, entre ellas, la síntesis y metabolismo de tirosina, ácido fólico o la absorción de hierro en el intestino. En resumen, tiene efectos antifatiga, antienvejecimiento, mejora el descanso, reduce el riesgo de anemia y protege la piel.
Los alimentos con vitamina C
Al hablar de vitamina C es fácil pensar en los cítricos, pero la lista de alimentos ricos en esta sustancia es larga, ya que, en la misma se incluyen naranjas, fresas, cerezas y arándanos, mientras que la guayaba es, probablemente la fruta que contiene mayor cantidad: 250 mg por cada 100 g de peso, según dijo Mera.
También contienen esta vitamina:
- Perejil. Por cada 100 gramos, el perejil ofrece 161 mg de vitamina C. Así que podemos empezar a sumarlo a nuestros platos y sopas.
- Brócoli. Con él, sumaremos 100 mg de vitamina C cada 100 gramos, el doble de lo que obtenemos consumiendo naranja. Es momento de buscar recetas para incorporarlo en tartas, empanadas, salsas, ensaladas o salteados.
- Ají rojo. Si nos gustan los picantes, esta es una buena opción. 100 gramos de pimientos nos aportarán 139 mg de vitamina C.
- Espinaca. Además de hierro, presenta vitamina C. Si las comemos crudas, nos aportarán 130 mg cada 100 gr. Aunque si las hervimos, la cifra baja a 65 mg.
- Kiwi. Las frutas también cuentan. 100 gr de kiwi nos proporcionan 93 mg de vitamina C. Ideal para una colación o un postre liviano. Y, además, tendremos otros beneficios, ya que este alimento estimula el tránsito intestinal y es diurético.
- Repollito de Bruselas. Esta verdura tiene 112 mg de vitamina C por cada 100 gr. Ideas para consumirla: ensaladas, salteados, al vapor o al horno.
- Berro. Es perfecto para utilizarlo fresco en ensaladas. Es una buena fuente de vitamina C, ya que cada 100 gr aporta 96 mg de este nutriente.
- Frutillas. Además de contribuir con 59 mg de vitamina C cada 100 gr, esta fruta también es rica en fibra y antioxidantes, al tiempo que puede ayudar, de acuerdo a varios estudios, a luchar contra el cáncer, el envejecimiento, la inflamación y las enfermedades neurológicas.
- Ajo. El ajo fue utilizado durante siglos para combatir infecciones. Contiene muchos de los nutrientes vegetales más valiosos, así como de los minerales, vitaminas y antioxidantes más beneficiosos para la salud. En particular, proporciona 31 mg de vitamina C por cada 100 gr.
- Tomate. Aporta 16 mg de vitamina C. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, si se cocinan, pueden perder entre un 10 y un 30% de este nutriente.