En medio de la dura interna que desató en el peronismo de Río Cuarto por la sucesión del intendente Juan Manuel Llamosas, la UCR llegó a un acuerdo que se oficializó este mediodía: el candidato del centenario partido, Gonzalo Parodi, selló un pacto con Gabriel Abrile, el derrotado en la interna radical, para llegar juntos a la elección del 23 de junio. La única que se desarrollará este año en Córdoba y la que conlleva a su vez una enorme importancia por tratarse de la segunda ciudad más importante de la provincia.
En primer lugar, por los tironeos que vienen protagonizando en el PJ tras la confirmación de una fractura entre la candidata delasotista Adriana Nazario y Guillermo de Rivas, el hombre de Llamosas y del gobernador Martín Llaryora para los comicios en el Imperio del Sur. Y, en segundo término, porque el acuerdo radical traslada ahora la presión al terreno de los libertarios y el PRO, para ver así de qué manera juegan, sobre todo los amarillos con los que el radicalismo trata de sostener su acuerdo provincial.
En los cierres de alianzas que se produjeron la semana pasada se confirmaron dos cuestiones: la falta de pericia que hubo en el PJ para llegar con una sola lista y no arriesgar el codiciado bastión del sur provincial; y el desmarque que hizo el PRO del acuerdo que todos creían se iba a sostener con la UCR.
Misterio que crece por la reunión que de hoy en Buenos Aires en la cúpula del Gobierno nacional para ver de qué manera entran los libertarios en la escena riocuartense. Como contó este sitio hace una semana, el corredor de Dakar, Gastón González, es el hombre que busca la bendición del presidente Javier Milei para chocar con el peronismo en Río Cuarto y esa definición es seguida de cerca, por Karina, pero sobre todo por dos libertarios con protagonismo en la Ley Bases que se discute desde el mediodía en el Congreso como el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y el parlamentario cordobés, Gabriel Bornoroni.
En esa mesa se define si Milei tendrá o no candidato en Río Cuarto y también de allí puede salir la orden para saber de qué manera se acomodará el PRO. Porque la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, no ve con malos ojos que los amarillos se sumen a la candidatura de LLA.
«El PRO nacional entiende que se debe acompañar esa vertiente. Tanto Bullrich, como (Mauricio) Macri», dijo una fuente del Imperio. Y agregó: «después hay que ver qué tanto quieren que juguemos juntos. A lo mejor quieren un apoyo simbólico, aparato, fiscalización… nunca se sabe para dónde van estos tipos», dijo por los libertarios.
Si se empuja ese acuerdo, quien puede quedar en una posición incómoda es el senador Luis Juez, de sintonía cada vez más fina con el Gobierno nacional. Sucede que Juez espera, para el tradicional locro del Día del Trabajador que celebra su fuerza cada 1° de Mayo, la presencia del radical Parodi. Impulsado sobre todo por Rodrigo de Loredo, quien hoy en redes celebró el acuerdo de la UCR en Río Cuarto.
Es más, en el radicalismo hay optimismo por números que llegan desde usinas porteñas en este escenario que, por ahora, es de tercios. Aunque otros prefieren mantener la calma.
Si el PRO no cierra con el radicalismo, Parodi libera dos lugares de la lista para seguir negociando por dentro con otros integrantes de la UCR en el 6° y 7° escalón de la boleta. Motivo por el cual, hay radicales que creen que la pelota ahora está en cancha de los libertarios y los amarillos dentro del terreno de las definiciones.
Por lo pronto, y de no haber sorpresas, el lunes cuando se cierren las listas estará confirmada la candidatura de De Rivas bajo la que se alineará el llaryorismo; la de Nazario, con insumos nacionales de PJ descontento con el cordobesismo y dirigentes del sur provincial con pasado delasotista abreviando en este armado; y la de Parodi con el radicalismo detrás. Resta saber qué harán el PRO y los libertarios.