El recrudecimiento de la pelea de Máximo Kirchner contra la proyección que evalúan el gobernador Axel Kicillof y su entorno empezó a impactar sobre el bloque de Unión por la Patria en la Cámara de Diputados. O acaso sobre ese conflicto se montan quienes reniegan del modelo de conducción kirchnerista, según supo LPO.
Luego de la convocatoria a sesión que efectuaron legisladores kirchneristas y massistas para discutir proyectos sobre el FONID, jubilaciones y el presupuesto universitario, un grupo de peronistas, entre los que se cuentan el jujeño Guillermo Snopek, dejaron trascender que promueven la reorganización de la bancada como interbloque.
En los hechos, sería la consumación de la división que impidió Sergio Massa en diciembre pasado, antes del cambio de gobierno. Siendo todavía ministro de Economía y candidato presidencial derrotado en balotaje, el tigrense se dirigió al despacho de Cecilia Moreau, con la excusa de que era su cumpleaños y debía saludarla, para contener a los díscolos del peronismo que no querían subsumirse a la conducción del kirchnerismo a través de Germán Martínez o cualquier legislador que respondiera a La Cámpora.
Ahora, los diputados disconformes volvieron a la carga y repiten los argumentos que esbozara el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés Larroque. «No somos nosotros los que rompemos, están rompiendo ellos por manejarse por WhatsApp y sin habilitar la discusión», se quejó un legislador ante LPO.
Fuentes del kirchnerismo reconocieron ante la consulta de este portal que la versión sobre la conformación del interbloque detonó el grupo de WhatsApp «Federales», que se armó como un gesto de rebeldía de los peronistas pero terminó admitiendo como miembros a legisladores más identificados con Cristina Kirchner, como Lorena Pokoik. «Qué tristeza», fue tal vez el comentario más sintético que se leyó en ese chat cuando el domingo por la noche uno de sus integrantes compartió la nota de Ignacio Zuleta en Clarín, donde se postulaba esa ruptura como posibilidad.
Este lunes por la mañana también era parte de los chimentos el resumen de lo que dijo el nuevo vicepresidente del Instituto Patria, durante la ceremonia de recambio de autoridades que se realizó el sábado pasado. Entre las consignas del intendente de Pehuajó, se resaltaban cuatro: que «el liderazgo de Cristina no se discute», que «no hay que comerse el verso de (Guillermo) Moreno», que «si Axel quiere ser presidente, se lo va a bancar en la medida que lo apoye el movimiento» y que «andar cuestionando las formas sobre cómo hace política Cristina es una boludez».
Un diputado que no participa de la intentona secesionista en el bloque y suele relativizar la tensión interna admitió a este medio la existencia de dificultades. «Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe y, aunque yo creo que la ruptura es una posibilidad remota, hay que mirar lo que pueda suceder con los gobernadores», explicó.
La mención a los mandatarios provinciales obedece a las posturas que adopten frente al tratamiento de la ley ómnibus, expediente que estarían dispuestos a acompañar para no dejar al gobierno de Javier Milei sin herramientas legislativas. «Hay que prestar atención a obra pública y ganancias», indicó el diputado kirchnerista.
Por esa razón, los adversarios internos de la agrupación liderada por Kirchner ubican la ley ómnibus como la bisagra de la discusión. «Se puede partir después del tratamiento», conceden.
Ese tipo de afirmaciones resultan inquietantes para quienes leen entre líneas que tal vez no voten en sintonía con la conducción del bloque.
De todas formas, los que buscan la separación para rediscutir la construcción de poder y la agenda aceptan que Martínez es un buen presidente de bloque. «Habla con todos y no es mala idea que Germán quede al frente del interbloque», dicen a pesar de que arman reuniones a las que no siempre lo invitan.
Si bien en los pasillos del Congreso algunos de sus compañeros lo critican por lo bajo, el santafecino acredita indesmentible pertenencia kirchnerista, La Cámpora lo considera una suerte de lugarteniente pero también tiene el respeto del peronismo de las provincias.