La Justicia laboral le exigió al Incaa que reincorpore a una empleada despedida en marzo y en el instituto del cine hablan de un leading case para el resto de los despedidos del Estado.
LPO accedió al fallo de la jueza laboral Mirta González Burbridge, del juzgado n°11 de primera instancia del Trabajo, que hizo lugar a un amparo presentado por Antonina Daiana Rosales, despedida el 15 de marzo del instituto que dirige Carlos Pirovano.
Según el fallo, el Incaa echó a una planta permanente con la excusa del «mal desempeño» pero sin presentar un sumario.
La jueza subrayó que el caso se trató de una «trabajadora madre de cuatro menores, la mayor de siete años de edad y el menor de tan solo siete meses de edad».
El falo ordenó a «al Instituto Nacional de Cine y Arte Audiovisuales -INCAA- y al Poder Ejecutivo Nacional-Ministerio de Capital Humano-Secretaría de Cultura, que, hasta tanto se dicte sentencia definitiva en la presente causa, suspenda los efectos de la cancelación de la designación de la Sra. Antonina Daiana Rosales».
Por ende pidió que «reincorpore a la nombrada en el puesto de trabajo en el que revistaba hasta dicha fecha y en las mismas condiciones».
Anoticiados de este fallo, en el mundo del cine se preguntaban este jueves si el caso de esta empleada reincorporada puede servir de «leading case» para los miles de empleados despedidos tanto del Incaa como del resto de la administración pública.