El cáncer de páncreas es uno de los más difíciles de tratar. Solo el 12% de los pacientes viven más de cinco años después del diagnóstico. La mayoría de las terapias, incluidas la quimioterapia, las terapias dirigidas y las inmunoterapias, no tienen éxito.
Para este estudio, los investigadores del Centro Oncológico Integral Jonsson de UCLA Health encontraron tres beneficios del régimen prequirúrgico: una tasa más alta de extirpación exitosa del tumor; más tiempo antes de que el cáncer empeorara; y una supervivencia más prolongada en comparación con un grupo de comparación que recibió previamente el tratamiento tradicional.
«Al tratar a los pacientes antes de la cirugía, no solo pudimos ver si la combinación de medicamentos funcionaba, sino que al recolectar los tejidos de la resección quirúrgica, volvimos al laboratorio para estudiar por qué esta combinación no siempre funciona», señaló el autor principal del estudio, el Dr. Timothy Donohue, jefe de oncología quirúrgica de la Facultad de Medicina David Geffen de la UCLA.
El primer autor del estudio, el Dr. Zev Wainberg, codirector del Programa de Oncología GI de UCLA Health, anotó que este es uno de los primeros ensayos reportados con un fármaco inhibidor de PD1 antes de la cirugía del cáncer de páncreas.
Los investigadores no dijeron qué inhibidor de PD1 se usó, pero esta clase de medicamentos incluye Keytruda y Opdivo. Trabajan con el sistema inmunitario del paciente para frustrar el crecimiento y la propagación de las células cancerosas.
El nuevo estudio incluyó a 28 pacientes con cáncer de páncreas con lo que los médicos llaman tumores limítrofes resecables. Eso significa que su tumor puede haber crecido en tejidos u órganos vecinos. Es posible que sea removible, pero es posible que quede algo de cáncer.
Para el estudio, 26 pacientes completaron al menos tres ciclos de quimioterapia/inmunoterapia. Todos, excepto dos, se sometieron a una cirugía.
Los investigadores compararon los resultados de la secuenciación genética de 21 tumores extirpados quirúrgicamente, seis biopsias previas al tratamiento y nueve tumores extirpados de pacientes que no participaron en el ensayo y que fueron tratados con quimioterapia sola.
Al cabo de una mediana de seguimiento de 24 meses, la mediana de supervivencia libre de progresión fue de 34,8 meses y la mediana de supervivencia general fue de 35,1 meses.
Para los pacientes a los que se les extirpó el páncreas, la tasa de supervivencia a los 18 meses fue del 90 %. Dos pacientes no presentaron signos de cáncer en las muestras de tejido extraídas después del tratamiento y dos tuvieron respuestas casi completas al tratamiento.
Los investigadores dijeron que los hallazgos apuntan a la posibilidad de opciones de tratamiento más efectivas para los pacientes con cáncer de páncreas. El ensayo de fase 2 está en curso.
«Hemos identificado algunas pistas que serán la base para estudios posteriores, de nuevo en el entorno preoperatorio», comentó Donohue en un comunicado de prensa de la UCLA. «A través de estos esfuerzos, estamos trabajando para redefinir el estándar de atención para el cáncer de páncreas».
Wainberg presentó los hallazgos el lunes en la reunión anual de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer (American Association for Cancer Research) en San Diego. La investigación presentada en reuniones se considera preliminar hasta que se publique en una revista revisada por pares.
Más información
La Sociedad Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society) ofrece más información sobre la inmunoterapia.
FUENTE: Ciencias de la Salud de UCLA