Son varios los casos de tenistas que sufrieron al público de Roland Garros: Novak Djokovic e Iga Swiatek, ambos número 1 del mundo en el ranking masculino y femenino respectivamente, resaltaron lo complicado que es el público de París. David Goffi, por su parte, aseguró que le tiraron un chicle desde la tribuna. Es por eso que la organización decidió tomar cartas en el asunto.
“El alcohol estaba autorizado en las tribunas, no en todas. Pero esto se ha terminado”, aseguró la directora del torneo, Amélie Mauresmo. Además, la extenista que llegó a ser número 1 contó que va a reforzar la seguridad alrededor de los estadios mientras se dispute el torneo, ya que es habitual ver a vendedores ofreciendo cervezas a casi 10 euros.
“Son muy apasionados. A veces no son fáciles. He experimentado ambos lados, que estén a favor y en contra mío. Supongo que es una línea muy fina cuando comienza a volverse irrespetuoso hacia el jugador. Así que, en esos casos, apoyo a un jugador que se enfrenta a las personas que le faltan el respeto y lo abuchean”, opinó Djokovic sobre el público francés.
“En los partidos hay mucha presión. Les tengo mucho respeto, pero debo decir que si se grita antes de dar un golpe es muy difícil estar concentrado. Espero que me sigan queriendo a pesar de lo que digo”, comentó Swiatek tras su encuentro con Naomi Osaka.
El último escándalo se dio con Goffin, que aseguró que le escupieron un chicle. El belga se enfrentó al público francés mientras disputaba su partido ante el local Giovanni Mpetshi Perricard. En cada punto que ganó lo abuchearon y en conferencia de prensa explotó.
“Esto empieza a desmadrarse, es una total falta de respeto. Se empieza a parecer a un partido de fútbol, pronto veremos bengalas y hooligans que se pegan en las tribunas. Empieza a ser ridículo”, se quejó.