Después de la media sanción en Diputados de la Ley Bases, que incluye una reforma laboral acotada, la CGT expresó su rechazo al rumbo económico de la gestión de Javier Milei y ratificó el segundo paro general contra el Gobierno, previsto para el jueves 9 de mayo.
Con la consigna “en defensa de los derechos Laborales, sociales, previsionales y del modelo sindical, la CGT se moviliza hoy al monumento Canto al Trabajo para advertir sobre un “ajuste brutal” y por considerar que “hoy es una jornada de reclamo”.
“Transitamos un grave momento como país y como sociedad. Un gobierno nacional que, en nombre de una mal entendida “libertad de mercado”, implementa un ajuste brutal que sufren especialmente los sectores de menores ingresos, las clases medias asalariadas, jubilados y pensionados. Precios liberados en alimentos, en medicamentos, en energía y en los servicios esenciales y salarios disminuidos en su poder de compra”, dice uno de los fragmentos del mensaje sindical. Y añade, con una clara alusión a los límites salariales que intenta imponer la gestión libertaria: “Paritarias intervenidas por el ministro de Economía que impide la adecuada actualización de los salarios; recesión y aumentos incesantes que generan caída en los niveles de actividad económica y los índices de consumo básicos, que —en la práctica— representan una fenomenal transferencia de recursos hacia los sectores más concentrados y privilegiados de la economía”.
La central obrera peronista, además, advierte sobre el impacto del ajuste. “Un 31% de caída real en las partidas presupuestarias de jubilaciones y pensiones, un 87% en obras públicas, un 39% en subsidios al transporte, un 76% en transferencias a las provincias, un 18% en recorte a las universidades y un 13% en programas sociales; son solo algunos de los indicadores que ponen en evidencia que el ajuste no lo paga la casta; sino que recae sobre los sectores más vulnerables. Todo esto ante un gobierno que no muestra un programa económico sustentable ni consistente, que no proyecta un horizonte de expectativas alentadoras a futuro, ni hacia un crecimiento integral con inversión productiva y no solo financiera”, sostienen los sindicatos.
Y agregan: “Un gobierno sin diálogo social, que sólo se vincula con los representantes de intereses amigos, que agrede y deshecha a los trabajadores y a sus organizaciones, menosprecia a los jubilados y pensionados que no pueden esperar, se desentiende de la atención de los más vulnerables, discrimina a las y los hacedores de la economía popular, desfinancia la salud pública, la educación pública, la ciencia, la tecnología y la cultura, mientras se deteriora gradualmente el valor capital de las pequeñas y medianas empresas y comercios, profundizando así el grave cuadro de pobreza estructural e indigencia que devasta nuestra comunidad”.
En un intento de reorganizar al peronismo, la CGT hizo un llamado multisectorial. “Convocamos y ponemos a consideración pública de todos los actores sociales e institucionales, la construcción de un programa de consenso multisectorial, que nos permita avanzar hacia una Agenda de diálogo para una Argentina del Desarrollo, la Producción y el Trabajo, solidaria, inclusiva y con igualdad de oportunidades”, pidieron los gremios en su documento.