El conocido periodista y presentador Eduardo de la Puente anunció a través de un video que debió ser hospitalizado tras sufrir un accidente cerebrovascular (ACV) durante el pasado fin de semana. El comunicador de 60 años dio a conocer su situación de manera tranquila, al asegurar que se encuentra en buenas manos médicas y rodeado del apoyo de su familia y amigos: “Ayer sufrí un ACV. La saqué bastante barata por suerte. Pero bueno, por unos días voy a estar fuera del juego”, comenzó su relato, y luego destacó: “Estoy siendo muy bien atendido por médicos, estoy acompañado por mi familia y por amigos, que también me están cuidando mucho, y por la maquinita que hace Ping”.
Así decidió comunicar que, pese a la gravedad que conlleva cursar un ACV, su condición es estable y se siente afortunado por cómo está enfrentando el proceso de recuperación. El periodista eligió compartir personalmente la noticia para prevenir especulaciones y confirmar que, aunque temporariamente estará ausente del ciclo Clásico de clásicos en la FM Rock & Pop, su salud está siendo atendida adecuadamente. Tras el anuncio, numerosas muestras de apoyo y deseos de una rápida recuperación comenzaron a inundar sus redes sociales, tanto de seguidores como de colegas, lo que deja de manifiesto el cariño y respeto que la audiencia siente hacia él.
Aparte de su rol en la emisora, De la Puente tiene una extensa y diversa carrera en los medios argentinos que lo llevó a ser parte de ciclos icónicos como Caiga Quien Caiga junto a Mario Pergolini y Juan Di Natale. Incluso, su trayectoria también incluye contribuciones a importantes programas de radio y televisión, así como trabajos de edición para reconocidas publicaciones y la autoría de varios libros.
En el pasado, De la Puente había hablado abiertamente sobre sus desafíos personales, incluyendo luchas contra adicciones y problemas de salud mental, como lo ejemplificara en una charla exclusiva con Infobae: “He tenido mis momentos tóxicos, pero no descontrolados. Nunca fui de descontrolar, de hacer quilombo. Quizás por ahí en su momento consumí un poco más de lo que debería haber consumido, pero no llegó a ser un problema. Si no, te hubieras enterado”.
Respecto de cómo logró frenar y revertir esa etapa de su vida, explicó: “Me pasó lo mismo con el alcohol: un día dejé de beber, punto. Está bien, me comí dos pancreatitis alcohólicas, la gente se muere por eso, yo zafé dos veces y no se zafa habitualmente de eso. Bueno, no escarmenté, no me sirvieron para parar de chupar. Sencillamente un día dije ‘ya está’, porque me di cuenta que ya estaba”, para luego reconocer que desde ese momento no volvió a tomar alcohol.
Uno de los momentos que le tocó estar bajo el foco mediático fue en tiempos en que se involucró sentimentalmente con Andrea Rincón y sobre quienes replican ese tipo de información expresó: “Me parece que tiene un nivel de miseria importantísimo. Por haber sufrido un par de estos embates y quilombos y haberme metido por ahí a investigar, a ver qué es la gente que opina y juzga con tanta liviandad, me doy cuenta de que es gente que necesita ver las miserias expuestas de alguien más o menos conocido, a quien por ahí en algún momento pueden o envidiarle laburo o lo que sea, a ver qué puede hacer una persona miserable. Es como que eso los hace menos miserables a ellos”.