El Puente Bergaño, ubicado sobre la avenida 25 de Mayo y prolongación un punto crucial de conexión en la ciudad de Resistencia, se convirtió en una preocupación creciente para los residentes locales. Desde hace dos semanas, este paso «vital» esta siento inaccesible tanto para peatones como para vehículos, lo que generó dificultades significativas para la movilidad de la comunidad.
Una vecina de la zona se comunicó con Diario TAG y se lamentó: «Es la única ruta que nos lleva a las fábricas donde trabajamos». «La falta de acceso nos está costando tiempo y dinero, y no sabemos cuándo se resolverá esta situación».
Además del impacto en los medios de vida, el cierre del puente también afectó el acceso a la educación, con estudiantes de todas las edades intentando llegar a sus escuelas y universidades.
La comunidad expresó su frustración ante la falta de acción por parte de las autoridades. Aunque se prometió una intervención, hasta ahora solo se han visto «fotos y fachas», según los residentes.
«Nos dijeron que traerían maquinaria para trabajar en el lugar, pero hasta ahora todo lo que vemos son excusas», comenta otra vecina. «Mientras tanto, estamos atrapados, sin saber cuándo podremos volver a nuestra rutina normal».
Para muchos residentes, la situación es insostenible. Aquellos sin transporte propio se enfrentan a desafíos aún mayores, con la necesidad de realizar largos desvíos y gastos adicionales para acceder a los servicios básicos.
«Es un gasto enorme», admite un residente afectado. «Algunos de nosotros ni siquiera podemos pagar el transporte adicional. Estamos atrapados aquí, con dificultades para llegar incluso a nuestras necesidades más básicas».