Cada 29 de noviembre se celebra el Día del Yaguareté, con la intención de concientizar sobre la conservación de esta especie, que actualmente tiene menos de 300 ejemplares en el país y se encuentra en peligro de extinción, además de resaltar su importante rol en el ambiente, el bienestar y la salud de los ecosistemas y de las personas.

En el NEA, los proyectos para recuperar al gran felino americano en Corrientes y Chaco son únicos en su tipo y están arrojando resultados alentadores: en menos de 4 años Corrientes pasó de cero a más de treinta yaguaretés, y Chaco tiene nuevamente hembras viviendo en libertad, luego de más de 30 años sin registros.

En Corrientes, el primer proyecto de reintroducción de esta especie a nivel global está recuperando al yaguareté luego de 70 años de extinción en la provincia. En Chaco se está recuperando una población al borde de la extinción, donde no se registraban hembras desde hace unos 35 años.

Desde la Fundación Rewilding detallaron que “aún queda un largo trecho en el camino de la recuperación de esta especie, pero los proyectos que se están desarrollando en el norte argentino son un faro de esperanza para el yaguareté y para todos los que trabajamos por la conservación y recuperación de ecosistemas”.

Presencia del yaguareté en el ecosistema

El animal promueve ambientes más diversos, vegetación sana y menor prevalencia de enfermedades, entre otros beneficios. Pero su situación es crítica: solo en Argentina perdió más del 95% de su distribución y se estima que sobreviven apenas unos 200 individuos.

Frente a esta realidad, Corrientes y Chaco están liderando un proyecto sin precedentes en el mundo para reintroducir al yaguareté a los Esteros del Iberá y el Chaco Seco argentino, donde es una especie clave y su presencia es necesaria para que se mantengan sanos y funcionales.

 

Diario Época