El gobierno entró en emergencia porque está rayando la ley bases con sólo 36 votos asegurados, por lo que iría a la sesión del miércoles con la votación empatada.
LPO anticipó que Milei está enfurecido por los nuevos cambios que los senadores negociaron para introducir en la ley que la Rosada mandó hace casi 7 meses. Por eso el presidente amenaza con bajarla si siguen metiéndole modificaciones.
Los senadores oficialistas y aliados quedaron desconcertados este sábado cuando escucharon al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, poner en duda la aprobación de la ley en la mesa de Mirtha Legrand. Hasta ese momento el relato del gobierno era que le sobraban los votos para sancionarla en el Senado.
Pero en las últimas horas la Rosada entró en alerta porque la suma de votos le da 36 y ni uno más. El riesgo del empate existe porque el bloque de Unión por la Patria tiene 33 senadores y hay otros 3 que están en duda. Sobre todo Martín Lousteau, que presentó un dictamen propio. Los otros son los santacruceños Natalia Gadano y José María Carambia. LPO anticipó que entre los patagónicas hablaban de no bajar al recinto hasta que no se apruebe la nueva fórmula previsional y quede claro que Milei no la veta.
Si a esos números se se le suma un voto negativo de la neuquina Luciana Crexell, despechada porque le bajaron la embajada en Paris, el gobierno está en serios problemas.
El clima de desesperación quedó expuesto por el comunicado que emitieron los gobernadores de Juntos reclamando que la ley salga. «Necesitamos una señal a los mercados», dijeron en referencia a los saltos que viene dando el dólar porque el gobierno aún no consiguió garantizar la aprobación de su primera ley.
El viaje de Milei al G7 en Italia le agregó aún más incertidumbre a la votación. Es que ante la salida del país del presidente, Victoria Villarruel debe asumir el mando y no puede presidir la sesión en simultáneo.
Es por eso que si la votación termina empatada, el Gobierno no podrá esperar que sea Villarruel quien desempate, como hiciera Julio Cobos con la 125. La definición caería en manos del presidente provisional, el libertario Bartolomé Abdala. En la Rosada tuvieron que ponerse a leer el reglamento del Senado para asegurarse que el presidente provisional pueda votar como un senador más en primer término pese a que no estará sentado en su banca y luego eventualmente desempatar.
Ya hubo casos en los que un presidente provisional del Senado desempató una votación. En 2002 el entonces senador justicialista Juan Carlos Maqueda, hoy juez de la Corte, destrabó con su voto la derogación de ley de Subversión Económica por pedido del presidente Eduardo Duhalde. En septiembre del año pasado, la santiagueña Claudia Ledesma Abdala de Zamora votó como senadora y luego desempató la votación del pliego de la jueza Ana María Figueroa.