La apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, la convocatoria al Pacto del 25 de mayo por parte del presidente Javier Milei, o el envío de una renovada Ley de Bases que hablaron con los gobernadores anticipa la generación de nuevos debates. Posiblemente nuevas reuniones, que van convirtiendo al Savoy en un nuevo anexo. Un lugar que remplaza a algunas oficinas de las Cámaras legislativas.
Los dirigentes políticos se sienten cómodos en el amplio bar del lugar. Allí les genera confianza discutir, analizar o proyectar la realidad nacional. Por momentos muy cerca de turistas, pasajeros ocasionales del hotel, o en otros, cercanos a dirigentes de diferentes fuerzas políticas.
Es habitual ver a diputados, exlegisladores o dirigentes de la UCR mantener algunas charlas de café. Jesús Rodríguez, Ernesto Sanz, Walter Ceballos, Facundo Suárez Lastra, Luis Naidenoff, figuras del primer nivel del centenario partido. En otras mesas se ubican el diputado nacional Fabio Quetglas o el también diputado Lisandro Nieri con reuniones particulares. Dejan sus oficinas del anexo de la Cámara y prefieren sus encuentros en el Savoy.
Un amplio salón con decoraciones neobarrocas pensado a principios del Siglo XX por su creador, el arquitecto italiano Gerónimo Agostini en 1910. Acompañado además con destacada decoración. Quince mesas bajas, redondas, de madera que se despliegan por todo el salón. Acompañadas junto a sillas y sillones tapizados con telas de colores ricos e intensos. Seis columnas, altas, pintadas de color amarillo ocre que dejan jugar luces y sombras en el lugar. En un entrepiso hay un balcón, espacio donde se ubicó, en algún momento, la orquesta para acompañar a los circunstanciales visitantes. Piso de madera y brilloso de color marrón que reflejan la luminosidad de seis arañas con luces blancas cálidas con varias tulipas cada una de ellas.
Los exministros de diferentes gobiernos también se hacen un tiempo para sus análisis. Alfonso Prat Gay exministro de Economía de Mauricio Macri o Alberto Flamarique, extitular de Trabajo de Fernando de la Rúa. El lilito Fernando Sánchez también fue visto por las mozas del bar. Walter Ceballos le contó a TN que “para nosotros (los radicales) es cómodo este lugar. Está cerca del Congreso, del Comité Nacional, de la Auditoría (General de la Nación) y del Círculo de legisladores. Hay mucha comodidad, hablas en tu mesa y no molestas a los demás. Pero si querés tener mayor intimidad te habilitan algún salón más reservado. Acá hicimos varias reuniones del Comité Nacional, y varios seminarios”.
La “Ley Savoy”
“¿Es cierto que hay hoteles importantes en la zona del Congreso que están siendo utilizados para negociar la Ley Ómnibus?”, preguntó Germán Martínez en pleno debate del proyecto en el mes de enero en las comisiones de Diputados debido a la ausencia de varios legisladores nacionales en el interior del plenario.
El hotel fue el centro de discusiones políticas en los días de este verano. En la Cámara Baja, legisladores como Germán Martínez y Santiago Cafiero (UxP), el socialista Esteban Paulón y Myriam Bregman (FIT) denunciaron que el proyecto se discutió y se redactó fuera del ámbito del Congreso. Algunos, como Cafiero y Bregman, calificaron a la ley de Bases como “Ley Savoy“.
TN pudo saber que funcionarios del gobierno de Javier Milei se reunieron con representantes de la oposición llamada dialoguistas en el Savoy. En diferentes oportunidades diputados radicales y representantes de los bloques Hacemos Coalición Federal o el PRO se encontraron con funcionarios del gobierno nacional. El proyecto buscaba consensos y el lugar indicado fue a un par de cuadras de la Cámara.
Una historia vinculada a la política
El hotel tiene una rica historia que lo vincula a la política argentina. Se erigió cuatro años después que el Congreso se mudara en 1906 desde la zona de Plaza de Mayo a la actual en Entre Ríos y Rivadavia. Combinó su arquitectura con el Palacio legislativo y luego se le sumó el Edificio del Molino en 1916.
En sus salones, en 1914, Lisandro De la Torre fundó el Partido Demócrata Progresista. En la década del 40 María Eva Duarte de Perón residió en el hotel. Figura del teatro, la radiofonía nacional y desde la presidencia de Juan Domingo Perón, primera dama de la Nación. Evita ocupó la habitación número 111 del primer piso ubicada en la esquina de Callao y Perón.
En la década del 60, el residente ilustre fue el ex vicepresidente Carlos Perette. Acompañó al expresidente Arturo Illia entre 1963 y 1966 cuando fue derrocado por la dictadura militar de Juan Carlos Onganía. Antes de asumir, Illia y Perette tuvieron sus reuniones allí y definieron a su equipo de gobierno. En noviembre de 1963, ya siendo jefe de Estado, Arturo Illia utilizó el hotel Savoy para reunirse con los empresarios petroleros extranjeros y les anunció que anulaba las concesiones del sector firmadas años antes por el expresidente Arturo Frondizi.
En los ‘70 también hubo actos políticos previo a las elecciones de 1973. Sectores de dirigentes enrolados en La Hora del Pueblo o la misma JP desarrollaron sus tareas y conferencias en el lugar. Años más tarde, ya en épocas de la dictadura, el socialista Américo Ghioldi pidió por el retorno a la Democracia. La Multipartidaria, donde se destacaban el radical Raúl Alfonsín, el intransigente Oscar Allende y el peronista Deolindo Bittel, entre otros, también tuvieron sus encuentros en el Savoy. Más acá en el tiempo, en el 2021, los dirigentes de izquierda Jorge Altamira y Marcelo Ramal lanzaron la campaña política de su fuerza “Política Obrera”.
El hotel está a 200 metros del Congreso. En cualquier momento uno puede ingresar y cruzarse con un diputado, un político o un futuro candidato. Pero también, si le gusta el fútbol, se puede encontrar con Juanfer Quintero, Bruno Zuculini o Maravilla Martínez ya que es el lugar que eligió Racing para concentrar al plantel profesional.