Cristina Kirchner reapareció tras varios meses de silencio en un acto en Quilmes organizado por la intendenta camporista, Mayra Mendoza. La ex presidenta trazó su diagnóstico sobre la situación económica y el gobierno de Milei, pero también envió un mensaje a la interna kirchnerista, tensionada por la pelea de Axel Kicillof con Máximo Kirchner.
La ex presidente afirmó que en este momento hay 2308 obras suspendidas en todo el país y otras 119 paralizadas en diferente universidades. Además, habló del «inútil sacrificio al que está siendo sometido nuestro pueblo» por las decisiones del gobierno .
En ese sentido, Cristina reconoció que decidió aceptar la invitación de Mayra de asistir al acto de emplazamiento de la estatua de Néstor Kirchner que estaba en la Unasur en un nuevo microestadio local, tras escuchar la cadena nacional del Presidente del pasado lunes: «Argentina retrocede, como en el juego de la OCA», afirmó.
Por otra parte, la vicepresidenta de Alberto Fernández criticó al gobierno por celebrar el superávit fiscal. «Creer que el problema de Argentina es el deficit fiscal es no entender lo que esta pasando. El déficit más grande del mundo es el de Estados Unidos», agregó, en línea con el paper que le acercaron Basualdo y Manzanelli, anticipado por LPO.
La ex Jefa de Estado destacó que los 6 años en los que hubo superávit fiscal fue entre 2003 y 2008 y «después se cayó el mundo». «¿Hazaña histórica por un trimestre? ¿Nosotros que lo tuvimos 6 años que seríamos, héroes nacionales?», ironizó. Cristina siguió con ese tema y disparó a Milei: «No tenes superávit, hermano. Mira todo lo que debes».
Cristina advirtió que el real problema del país es que «cuando se acaban los dólares y hay que garpar, se cae todo. Esto es lo que pasa hace 40 años».
En otro tramo, Cristina dijo que «el gobierno tiene que legitimar su legitimidad de origen con resultados de gestión» y apuntó directo a Milei: «Te puede haber votado el 60%, pero si después la gente se caga de hambre ¿De qué sirve?».
Cristina se definió como «ni privatista ni estatista» y remarcó que Vaca Muerte bate récord de producción. «De nada», bromeó, recordado que fue durante su mandato que se descubrió ese yacimiento y contra la opinión de muchos decidió con Miguel Galuccio, entonces en YPF, poner toda la energía en desarrollarlo.
Por otro lado, la dos veces presidente elogió al gobierno de Carlos Menem en comparación con el líder libertario y señaló que «Milei no tiene el plan de estabilización que sí tuvo Menem con la convertibilidad. Es sólo un plan de ajuste». «Es un modelo pre-capitalista y colonial. Otra vez, no», agregó.
Cristina dijo los cuatro pilares que el gobierno quieren desarrollar (petróleo, gas, minería y el campo) expone una economía extractivista.
Le sugirió al Presidente que «de un golpe de timón» y lo acusó de ser muy dogmáticos porque «quiere acomodar la cabeza al sombrero».
Por último, Cristina le dedicó un párrafo a la interna peronista y recomendó «no hablar mal de otro compañero». «Cuando les dije que saquen de la mochila el bastón de mariscal no era para que le peguen en la cabeza a otro compañero», concluyó.
Al final, cuando le habló a la militancia lo hizo junto a Mayra, Máximo Kirchner y Wado De Pedro, en lo que puede ser un mensaje a Kicillof, a quien no mencionó en toda su exposición. El gobernador luego de participar de varios actos en los que hubo fuertes críticas a Cristina y Máximo Kirchner, enterado de la reaparición pública de la ex presidenta decidió poner paños fríos y se sumó al acto, luego de encabezar previamente uno del kicillofismo con el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi.
Llamó la atención en el acto de Quilmes que se sumara el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, quien junto a Ferraresi y otros jefes comunales venía cuestionando la conducción del PJ bonaerense de Máximo, en un anticipo de las discusiones del año que viene por las listas.
Como sea, en el entorno de la ex presidenta estaban felices con la repercusión del acto y destacaban que en los streaming por youtube de los canales de noticias, el discurso de Cristina duplicó la audiencia del sábado pasado.