El asesinato a sangre fría de cuatro trabajadores en cuatro días que conmocionó a Rosario en un hecho inédito de la escalada de violencia que sufre la ciudad hace más de una década, envuelta en una guerra entre bandas narco, comenzó a develarse con el allanamiento a más de 30 viviendas, cárceles federales y provinciales y se detuvo a seis personas, algunos menores de edad.
El operativo fue confirmado este martes en una conferencia de prensa que presidió el ministro de Seguridad de Pullaro, Pablo Cococcioni, y la fiscal general Cecilia Vranicich en la que participaron funcionarios de la cartera de Bullrich y los fiscales que siguen la investigación.
Los crímenes estaban claramente coordinados, dijo el fiscal Adrián Spelta sobre los crímenes de los dos taxistas, Héctor Figueroa y Diego Celentano, el colectivero Marcos Daloia y el empleado de la estación de servicios, Bruno Bussanich. Tras los asesinatos, los atacantes dejaron un cartel que aseguraba que todos los clanes narcos se habían unido en contra del Estado.
Con los límites razonables hasta que el entramado quede a la luz en la audiencia imputativa el próximo martes, Spelta adelantó que se trató de un plan orquestado del cual participaron presos de alto perfil y sicarios, algunos de ellos muy jóvenes. Sin embargo, no precisó si se trató de una alianza entre diferentes grupos que hasta ahora eran antagonistas, se verá en la audiencia:
«Es muy apresurado afirmar que existió una unidad en contra el Estado», sostuvo el fiscal que agregó que el mismo grupo se lo vincula a diez atentados. El ataque contra el colectivo que trasladaba personal del Servicio Penitenciario, contra una comisaría y otras balaceras que se cometieron en esa semana.
Por su parte, la jefa de los fiscales, María Cecilia Vranicich, destacó la «madurez interinstitucional» con que se manejó la investigación en la que participaron fiscales con agentes de fuerzas federales y provinciales en coordinación con los Ministerios de Seguridad de Nación y Santa Fe.
Previamente, el gobernador Maximiliano Pullaro destacó «el profesionalismo de nuestra policía y el compromiso de los fiscales. El Estado está unido, somos más fuertes que cualquier organización criminal y vamos a llegar a los responsables», dijo.
En cuanto al operativo en 30 domicilios en el que se secuestró una decena de armas, el ministro de Seguridad de Santa Fe, Pablo Cococcioni, detalló que fue realizado por la Policía de Santa Fe, la Policía de Investigaciones (PDI) y las Tropas de Operaciones Especiales (TOE).
«Se trata de un procedimiento muy voluminoso, pero que tiene la característica de haber sido perfectamente coordinado entre el ministerio, las agencias investigativas policiales y con el apoyo del Ministerio de Seguridad de la Nación y en el marco de una intervención coordinada entre fuerzas provinciales y federales», dijo el funcionario.