Luis Caputo le hizo fuckyou a una señora que le gritó «chorro hijo de puta» cuando se estaba subiendo al auto en la puerta de Casa Rosada.
«Devolvé la que te robaste, ladrón», le gritó la mujer desde detrás de las rejas de la Casa de Gobierno.
El ministro de Economía la miró con una sonrisa socarrona y le hizo el gesto que consiste en cerrar el puño y desplegar únicamente el dedo medio, también conocido paradójicamente como dedo cordial pese a que por consenso mundial está asociado a la descalificación.
Se trata de la segunda agresión que sufre Caputo en cuestión de horas. El fin de semana, una científica argentina lo confrontó mientras estaba de shopping en Washington.
El titular del Palacio de Hacienda miraba precios de zapatillas junto a su vice Pablo Quirno cuando la científica lo increpó por recortar fondos a las universidades.
«Soy una doctora en química trabajando para el gobierno de Estados Unidos gracias a haber estudiado en la universidad nacional que ustedes están tratando de liquidar», le dijo la mujer.
La semana pasada, un grupo de trabajadores de la construcción, cooperativistas y vecinos de barrios populares de Tigre fueron hasta la puerta del Newman Country Club donde vive el ministro de Economía para cuestionarlo por la parálisis de la obra pública y el recorte en la asistencia a comedores.
A Caputo no lo divierten este tipo de confrontaciones. En septiembre de 2018 renunció al Banco Central pocos días después de que un empresario lo insultara en un restaruante.
De hecho las dudas que tuvo Toto para aceptar la oferta de Milei para asumir como ministro se centraban en la exposición pública que su esposa le había pedido evitar. «Yo la convenzo», le dijo Milei y tras una sesión junto a su hermana Karina pudieron persuadirla.