Este jueves se produjo el ingresó a la casa de Gran Hermano (Telefe) de Arturo, un perro que era usado para carreras clandestinas y que, en las últimas semanas, fue abandonado. Un refugio lo rescató tras encontrarlo al borde de la desnutrición.
Ahora, cualquiera de los participantes podrá adoptarlo y, en caso de no hacerlo, Santiago del Moro avisó que se lo llevará a vivir con él y su familia.
Al entrar, el perrito se mostró asustado y no se quiso mover de la puerta de salida. De a poco, y después de la advertencia del Big Brother, los jugadores se fueron acercando poco a poco para acariciarlo.
“Se re pasaron, gracias Gran Hermano”, agradeció Furia. Luego, Mauro leyó una carta con instrucciones que había en la valija de la mascota. Tiene poco más de un año y medio y come dos veces al día.
La voz del Big Brother les sugirió a los participantes que se vayan dando de comer de a poco. Martín Ku tomó la posta, se descalzó y se sentó junto a él. Luego se sumó Zoe Bogach. Paloma, por su parte, se mostró muy emocionada por la entrada de Arturo.
La historia de Arturo, el perrito que ingresó a la casa de “Gran Hermano”
“Es un perrito mestizo de galgo. Fue maltratado por sus dueños y lo utilizaban para cazar. Fue encontrado en un descampado en Bragado, llevaba varios días sin comer y en un estado deplorable”, anunció el dueño de la casa junto a un video del perro que conmovió a todos los participantes, pero sobre todo a la joven de Martínez, Virginia Demo y Florencia Regidor.
Contra todo pronóstico, “El Chino” también lloró, pese a que había reconocido en varias oportunidades que le costaba expresar sus emociones. “Son compañeros de vida, compañeros de todo. A veces uno necesita esa contención y un animal te llena el alma”, dijo Palo entre lágrimas.
La preocupación de Furia de Gran Hermano: contó que está esperando un análisis para saber si tiene leucemia
Furia de Gran Hermano 2023 salió de la casa para hacerse un chequeo médico en una clínica y generó preocupación entre sus compañeros y fanáticos. Sin embargo, regresó a las pocas horas y eso instaló tranquilidad, aunque durante la madrugada se sinceró sobre una sospecha que da vueltas en su cabeza y conmovió a todos.
Una cámara la tomó hablando con Bautista y Mauro sobre su estado de salud y sus palabras fueron alarmantes. “En este momento tengo que pensar en que pase un estudio que me pueda dar leucemia. Tengo que esperar 48 horas para que me digan qué mierda tengo”, pronunció.
La participante más estratega de esta edición reconoció que desea tomarse todo con calma y de la forma más positiva posible para que no se opaque el sueño de llegar a la final. “Yo hoy debería estar tirada ahí, me pensando que me puede agarrar una poron… y que tengo 33 años y que puedo tener cáncer en la sangre. ¿Yo estoy mal? No. Cuando te pasan cosas en la vida tenés que vibrar alto porque te enojás. Creo que soy un gran ejemplo”, cerró.