Cuatro detonaciones y un auto que pasó arrojando un papel con amenazas en el ingreso al country Miraflores en la ciudad de Funes, vecina a Rosario, fue la secuencia de una nueva intimidación con tintes mafiosos, esta vez, contra la familia del jugador Ángel Di María.
En la previa al partido amistoso con Puerto Rico en los Estados Unidos, el delantero se enteró de la amenaza que le advertían que si llegaba a Rosario no lo iba a poder cuidar ni el gobernador Pullaro.
Es que Di María está en medio de las negociaciones con el club Rosario Central, donde comenzó su carrera profesional, para regresar a la institución a medidos de año si el equipo argentino logra pasar a la segunda fase de la Copa Libertadores.
En ese contexto, la investigación no descarta que se trate de una maniobra de un sector de la hinchada de Newell’s Old Boys, el clásico de Central, para frustrar el desembarco del jugador de la Selección a la ciudad.
El mensaje dejado a Di María es muy parecido al que sufrió la familia Messi hace un año cuando sicarios balearon un supermercado de la esposa del capitán de la Selección y dejaron una nota similar para evitar que regrese a jugar a la ciudad.
Además, entre la madrugada y primeras horas de la mañana del lunes, aparecieron otras dos amenazas en Rosario y se investiga si hay conexiones en una ciudad sensibilizada luego de los ataques narcoterroristas que se cobraron la vida de dos taxistas, un chofer de colectivos y el empleado de una estación de servicios.
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En esta oportunidad, una de las notas apareció en un colectivo de la empresa estatal de transporte que rápidamente sus trabajadores suspendieron el servicio por temor a nuevas agresiones cuando vienen de enterrar a Diego Celentano acribillado hace dos semanas en la ola de violencia contra personas ajenas al negocio narco.
Además, en una estación de servicio se encontró una cajita con el casquillo de un proyectil que también puso en alerta al gremio que sufrió la violencia de los sicarios en la misma semana. Por precaución, los taxistas se plegaron a la suspensión del servicio que se irá normalizando con el correr de las horas y tras reuniones con Seguridad.