El jefe de las Fuerzas Armadas de Israel llamó este miércoles a sus tropas a estar preparadas para una posible ofensiva terrestre contra Hezbollah en el Líbano, donde la aviación israelí llevó a cabo nuevos bombardeos “a gran escala” contra el movimiento islámico armado proiraní.
“Se puede oír los aviones desde aquí; estamos atacando todo el día. Tanto para preparar el terreno ante una posible entrada, como para seguir atacando a Hezbollah”, declaró el teniente general Herzi Halevi ante una brigada de tanques, según un comunicado castrense.
“Su entrada allí con fuerza (…) mostrará (a Hezbollah) lo que es encontrarse con una fuerza de combate profesional”, añadió.
Israel movilizó a dos brigadas de reserva en el norte del país
El ejército israelí anunció también la movilización de dos brigadas de reserva y su despliegue en el norte del país, para “continuar el combate” contra Hezbollah.
Además, anunció que prosiguió sus bombardeos “a gran escala” en el sur del Líbano y en el valle de Becá, en el este, dos bastiones de Hezbollah. Según dijo, golpeó este miércoles “más de 280 objetivos” de la formación proiraní.
Al menos “51 personas murieron y 223 resultaron heridas en varios bombardeos”, que también tuvieron como objetivo pueblos situados fuera de los bastiones del movimiento, dijo el ministro de Salud libanés, Firass Abiad.
El lunes, los primeros ataques israelíes masivos en Líbano mataron a 558 personas e hirieron a más de 1800, según las autoridades libanesas, la cifra más alta en un día desde el final de la guerra civil en el país (1975-1990).
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) registró “90.530 nuevos desplazados” desde el lunes, informó esta agencia de la ONU en un comunicado.
Las sirenas sonaron en Tel Aviv
En Israel, las sirenas antiaéreas sonaron al amanecer en Tel Aviv, 100 kilómetros al sur de la frontera libanesa, cuando Hezbollah disparó un misil tierra-tierra que fue interceptado, según el ejército.
“Es la primera vez que un misil de Hezbolá alcanza la zona de Tel Aviv”, indicaron los militares.
El movimiento chiita libanés afirmó que el objetivo del misil Qader era la sede del Mosad, los servicios de inteligencia exterior israelí, considerados “responsables del asesinato de los líderes” de Hezbollah “y de las explosiones de buscapersonas y walkie-talkies” de la semana pasada, que dejaron decenas de muertos.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió que “es posible una guerra total” en Medio Oriente.
El miércoles, Hezbolá confirmó que uno de sus mandos militares, Ibrahim Mohamed Kobeisi, murió en un bombardeo la víspera en esos suburbios.