Eduardo Bellomi, conductor del gremio sanitarista de ATSA e integrante de la CGT local, analizó la situación en el país donde, “hay estos desbarajustes económicos. Tenemos una herramienta para poder acompañar cualquier movida económica que haya y el trabajador no pierda su poder de compra del salario”.
“Es de público conocimiento lo que ha pasado en los últimos meses con las paritarias de todas las actividades, donde arbitrariamente el Estado nacional ha decidido pisarlas y dar la advertencia de que cara al futuro no se van a homologar convenios por encima de lo que ellos planteen. Entonces, de libertad no tenemos nada”.
Añade que “sin ir más lejos, en mi actividad, tendríamos que haber recompuesto los salarios en abril y las paritarias se fueron pateando. Hoy nos encontramos en un cuello de botella que nos ajusta a todos. A eso se suma algunas modificaciones de leyes laborales que quieren hacer, que serían altamente nocivas para el sector”.
Puso como ejemplo un artículo. “En la Peatonal de Resistencia, sin ir más lejos, puede haber tres o cuatro trabajadores por comercio. Dejarían de ser trabajadores a ser colaboradores, a través de un monotributo. Hay que hablar en criollo para la gente. A partir de ese momento se quedó sin vacaciones, sin aguinaldo, sin poder tener una licencia por enfermedad, o por embarazo. Y si le fallece un familiar ni siquiera va a poder ir al velorio porque perdería el día de laburo. Eso va a afectar a las personas y a su dignidad”.
Milei, la tarotista y la destrucción del Estado
Cuestiona la forma de gobernar de Javier Milei, “a lo que hay que sumarle una tarotista. Porque es el propio Milei el que establece que la jefa política es la hermana. Estamos hablando de una persona que hasta hace un par de meses atrás se dedicaba a tirar las cartas. Ahí uno puede darse cuenta que nos encontramos en manos de gente que al azar, sin sensibilidad alguna de lo que ocurre en la vida real, hoy nos gobierna”.
El 60% de los cargos en la administración nacional no se encuentran ocupados. A ello, Bellomi dice que “los libros de actas de cualquier empresa o entidad gremial, tienen que estar rubricados por el Ministerio de Trabajo, que hoy ya no existe. Es ponerle un sello y un número a cada hoja del libro. En mi sindicato hace 3 meses están durmiendo en el Ministerio de Trabajo sin poder lograr que alguien le ponga el sello. A ese nivel estamos”.
“Creo que está hecho todo a propósito, con la intencionalidad de destruir el Estado” asevera el dirigente gremial de la sanidad. Valora que el movimiento obrero se haya puesto a la cabeza de los reclamos, después de muchos años, y dice que “la sociedad está empezando a ver. Y no hay que ir muy lejos. Macri cuando empezó tenía un alto grado de aceptación de la gente. Lo mismo Alberto Fernández antes de la pandemia. Hoy pasa esto con Milei y algo va a cambiar, sobre todo si sale esta aberración de proyecto de Ley Bases”.
En su opinión, “la CTG ha sido históricamente una especie de garante de la sociedad, la última barrera de los avances de este tipo de personajes, que han llegado al poder con una fuerza importante y no solamente quieren afectar los intereses de los argentinos, sino destruir nuestra propia idiosincrasia y cultura. Va mucho más que destruir el Estado. Buscan socavar y mellar lo que a los argentinos nos da por identidad”.
Habla de lo que ocurre en un sanatorio, donde en las planillas de asistencia diaria cambiaron el término enfermeros por facilitadores.
”Necesitamos en el PJ un baño de humildad”
Luego analiza la situación en el Partido Justicialista, donde “lo veo con cierta preocupación porque no escucho una autocrítica, por algunos sectores de lo que hoy se puede llamar Justicialismo. He hablado con muchos intendentes, con compañeros del ámbito laboral y del político, y creemos que hay que hacer una reestructuración para poder convertirnos en una oposición seria. Y una futura construcción para poder recuperar la provincia. Para eso necesitamos que se llegue a una profunda autocrítica de los errores que se cometieron y llevaron a perder la provincia. Y empezar a ver la representatividad de los que a futuro sean los líderes”.
“De haber un solo caudillo o líder, temo que el Justicialismo se convierta en lo que durante mucho tiempo fue el radicalismo, donde solamente un grupo selecto del entorno de una o dos personas estaban al frente de la oposición, o eran parte del legislativo nacional o provincial. Se construye respetando a las personas con representatividad”, aseguró.
Estimó que “la mentalidad del peronista es diferente. El peronista quiere trabajo, pero genuino. Quiere que las empresas se potencien para que tomen mano de obra calificada, que previamente debe ser formada, y así generar ese círculo virtuoso que tanto bien le hace a la Argentina”.
Acota que “para ser una buena oposición hay que abrir las puertas a todos, hablar menos y escuchar más. Va a ser una clave importante de cara al futuro”, insistió en la necesidad de una autocrítica y que “haya un baño de humildad, porque si se siguen comiendo su propia mentira, va a ser difícil volver a ganar”.
Concluye Bellomi diciendo “creo y soy optimista. Veo mucho más positivo un crecimiento en la provincia que en la propia nación. Allá veo un poco más dispersa la cosa política, hay otros actores, y juegan las diferencias. Acá en la provincia lo veo muy viable, hay mucha gente con ganas de construir”.